Entre las leyes apoyadas por los tribunos, estaba una reforma agraria que redistribuía la tierra capturada durante los conflictos armados. Estas leyes estaban vigentes durante la expansión de roma.
Las conquistas de roma, además de anexar nuevas tierras, también traían esclavos. Los terratenientes usaban estos esclavos para trabajar la tierra, de forma que la producción ya no dependía de los plebeyos, sino de los esclavos.
Y por supuesto, aquellos con el dinero para comprar esclavos, también querrían tierras para ponerlos a trabajar.
En Roma, para servir como soldados, los ciudadanos debían ser terratenientes, y debían pagar a Roma por sus ropas, armas y armaduras. Era considerado motivo de orgullo, no solo ser ciudadano romano, y poder ganarse la vida, sino ganar suficiente para ser un soldado y servir al Roma.
Después de la expansión de Roma, y las guerras púnicas. Roma además de tener el control de Italia, continuó expandiéndose sobre la península ibérica, macedonia y el norte de áfrica. Y la mayoría de estas campañas fueron realizadas por soldados de profesión. Debido a los costos de la guerra y las largas campañas, y debido a la gran cantidad de conflictos, los soldados no podían dedicar tiempo a trabajar la tierra, y en consecuencia terminaban en quiebra.
Esta situación forzaba a los soldados a vender tierras para comprar esclavos. Y por supuesto los que se quedaban en Roma, que no tenían los costos de guerra, eran quienes las compraban.
Por otro lado, los plebeyos que ya no trabajan (reemplazados por esclavos), ni tienen tierra, buscaban trabajo, pero no lo encontraban. Y por supuesto, no tenían dinero para convertirse en soldados.
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