La teoría de preferencias reveladas en economía - a pesar de las críticas - es una idea interesante, puesto que sugiere que lo que la gente dice y lo que hace son cosas distintas. Oh, sorpresa.
La idea es que si queremos medir la demanda - por ejemplo si hacemos un estudio de mercado - lo que obtenemos son preferencias declaradas (lo que la gente dice). Pero si ponemos el producto a la venta, vamos a encontrar que la demanda es distinta al resultado del estudio de mercado.
Algo a considerar es la teoría de señalización. No es que la gente tengas esas preferencias, es que quiere aparentar que tiene esas preferencias.
Por ejemplo, el articulo Conspicuous Conservation: The Prius Effect and Willingness to Pay for Environmental Bona Fides revela que hay gente que prefiere poner paneles solares del lado de la calle (donde los vecinos los ven), a pesar que de ese lado no pegue el sol. Y de hecho, esto sube el precio del inmueble (la gente esta dispuesta a pagar más por una casa a la que se le ven los paneles solares que por una a la que no se le ven).
El articulo llama a esto el efecto Prius. Porqué el Toyota Prius no solo fue el auto híbrido (eléctrico y gasolina) más vendido en 2009 en E.E.U.U, sino que era el único (ya no) que era visualmente distinto a las alternativas de solo gasolina. La gente podía elegir autos de Honda, Ford o Nissan que eran híbridos, igualmente eficientes y más baratos... pero nadie sabría que es un auto híbrido, porque Honda, Ford y Nissan tenían autos de solo gasolina que eran visualmente idénticos.
La teoría de preferencias sugiere que es mejor ver lo que gente hace, que lo que dice que hace o quiere hacer.
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